El cambio climático empuja a los animales al límite
Los animales son sensibles a los cambios de temperatura, tanto o más que los humanos. Una de las principales consecuencias del cambio climático es el aumento generalizado de temperaturas, provocado sobre todo los efectos de la actividad humana sobre el medio ambiente.
Los veranos duran ahora una media cinco semanas más que durante la década de 1980. Zonas de la península ibérica que antes tenían un clima mediterráneo, como el Valle del Ebro, tiene cada vez más un clima más semiárido.
Cuando las condiciones meteorológicas son desfavorables hasta el extremo, los animales tienen tres opciones: adaptarse al nuevo hábitat, marcharse o perecer. Los animales que no consiguen adaptarse al rápido cambio de condiciones climatológicas ni tampoco pueden migrar, mueren. Es el caso del torillo andaluz o del urogallo, dos especies de aves cuya existencia en España peligra.
El urogallo está al borde de la extinción en la Península Ibérica. Menos de 1.500 ejemplares sobreviven en España, según la ONG ambiental SEO/Birdlife. Hay distintas causas, pero una de las principales es el aumento de las temperaturas .
-RICARDO-
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